Acaso el amor no nos encuentre
por dejarle los ojos tan vendados
que,en el juego que hemos inventado,
a tientas nos busca y se nos pierde.
Acaso el amor, por añorado,
no quiera bendecirnos ni tocarnos.
Porque verlo siempre cual quimera
lo hace inalcanzable a nuestras manos.
Acaso el amor, cuando es de veras,
no sea una canción ni un sueño alado.
Sino algo más factible, más cercano...
y no queden tan lejos sus fronteras.
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