Amanecida sobre ti,
envuelta en el halo de sorpresa
de una situación insospechada,
la imaginación se desbordaba
y daba paso a las promesas.
Amanecida,aún reverdeciendo la noche,
la dicha y la pasión se recostaban
al lado opuesto de la cama
donde habita un extraño sin reproches.
Amanecida, amanecía de nuevo el oleaje.
A lomos de un hombre cabalgaba
sintiéndome por dentro renovada
y tomada sin remedio al abordaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario