viernes, 4 de mayo de 2012

Cristal y junco


No cambio nada.
-Ahora no-.
Ni siquiera el esplendor
sobre la hierba
me causa envidia
ni nostalgia.
El tiempo es un verdugo
¿quién lo duda?
Volverlo un aliado : Ahí está el truco.
Y aunque duren poco sus afectos
-y su fidelidad sea discutida-
se puede sobornar con mil regalos
para que nos dedique una sonrisa.
Nos da la complacencia con la vida;
paciencia, libertad, sabiduría,
a cambio de la nieve en nuestras sienes,
el lento caminar...
y alguna herida.
Prefiero ser andamio de experiencia
a sueño juvenil petrificado.
Y ser junco que al viento no se quiebra
a esa levedad de ser
cristal fugaz e ilusionado.

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