jueves, 3 de mayo de 2012

Eusebio el bruto

De los siete hijos, el 5º salió bruto. De un padre culto y elegante… el 5º salió bruto. Muy bruto. Tan bruto, que cuando se decía de él que era el más trabajador, exclamaba en tono de protesta…”¡Claro! Yo… el más bruto, ¿no?”.
Pero trabajador… lo era. Y mucho. Nunca tuvo grandes aspiraciones. Siempre dijo que de mayor quería ser pobre. De pequeño, cuando su madre, enfadada por sus travesuras, lo “echaba” de casa, al poco llamaba a la puerta y con gran resignación decía : “Por lo menos… dame un saco “pa” pedir, ¿ no?”
Faltaba a clase un día sí y otro también.(lo que le supuso más de un correazo por parte de su padre, que se empeñaba en hacer de su hijo un hombre de provecho) . En lugar de aburrirse en el colegio, Eusebio prefería pingonear por los huertos cercanos y robaba rábanos que luego vendía a sus amigos.
Con todo, Eusebio era un gran tipo. De su padre heredó la honestidad y de su madre los gustos sencillos.
Todos sus vicios se centraban en cultivar su cuerpo a base de gimnasio. Consiguió una musculatura poderosa y la siguió manteniendo hasta su madurez a base de tesón y fuerza de voluntad, que le sobraban.
Su otra pasión era el ciclismo. Cuando no estaba en la fábrica trabajando, cogía su bicicleta y, completamente equipado con culote, casco y demás, se hacía a la carretera y recorría muchos kilómetros que mantenían sus piernas fuertes como columnas góticas.
Tanto es así, que a sus 53 años, tenía un aspecto saludable y juvenil. Su baja estatura y su cara de eterno niño, le daban una apariencia de chaval.
Se casó siendo casi un crío. Con tan sólo 19 años se convirtió en cabeza de familia. Aquello supuso un nuevo disgusto para sus padres. Pero su cabezonería no le hizo retroceder ni un ápice y al final sus progenitores tuvieron que claudicar.
Pese a que la cultura nunca fue su fuerte, consiguió darle estudios a sus dos hijos con mucho sacrificio y formó una familia estable y unida.
Ahora, que el mayor de sus vástagos le ha hecho abuelo de una preciosa niña, Eusebio, el bruto, saca toda la ternura, camuflada bajo la armadura de hombre fuerte y severo.
Es entrañable ver a un abuelo tan joven y musculoso jugar con una criatura tan pequeña y delicada.
Es tozudo y bruto, mi hermano Eusebio…. Me encanta. biggrin
 

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