sábado, 5 de mayo de 2012

Galimatias


La voz se hace canción
mientras se mutila una garganta
amiga de palabras siempre aventureras.
Y allí van... poniéndose este mundo por montera,
cargándose de sílabas la espalda.
El eje rotatorio se reinicia
después de reclamar una parada
y vuelve a girar-pero al contrario-
porque ya el camino es sin retorno.
El llanto se ha guardado en la mochila.
Quedaba un hueco en el dolor y se ha colado,
-aspirante a convertirse en vitalicio-
y el peso se está haciendo necesario.
Rapiñas en lo alto se preparan.
El azar no es tonto y mide y cuenta.
Encierra la fortuna en el armario,
pero vive feliz mientras se juega
su instante de gloria reservado.
El valor está tatuado en humo y sueño
y puede ser pagado, nada cuesta.
Al menos lo intangible es más barato.
Y la mirada se encarama en un fantasma
haciendo suya la ilusión de haber amado.

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