viernes, 4 de mayo de 2012

Jaldabaoz y Barbelo


Según la gnosis, Jaldabaoz nos dio el cuerpo físico, privándonos del alma. Haciéndonos olvidar que somos herederos de la luz. Barbelo (el Pensamiento Posterior al Pensamiento Anterior) nos insufló el alma para que dentro de nosotros siempre brillara la chispa de luz divina.



Jaldabaoz me iluminó
con su hálito de niebla,
sumergido en las tinieblas
de su negra creación.

Me dio la piel, carne y huesos
a espaldas del mismo Dios.
y fue su ángel más negro
quien me otorgó condición
de mortal a su servicio
privada de la razón.

Barbelo miró a Sofía
y al Pensamiento Anterior
y en clara pugna y porfía
el alma me despertó.

Eres tú la heredera
del eón de los eones,
de la humanidad perfecta,
hermana de aquellos dioses
que habitaron junto a mí
antes que el mundo fuera.

Te daré tu alma eterna.
Serás superior a aquel
que de las huestes más negras
surgió frente a Micael
y envidiará tu hermosura,
pues cambiará la postura
postrándose ante tus pies.

Luz de la Luz
Amor del perfecto amor.
Hubo noche y hubo día.
Reflejos de confusión.
Batalla que así perdía
el oscuro Jaldabaoz... 

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