viernes, 4 de mayo de 2012

Plasmomitosis


Tal vez debiera
la fatalidad visitarme
para darme un poema
plagado de soledades
y esparcir por el aire
mis desvelos y miserias.
Tal vez, llevada por la pena
tendría que desnudarme
a golpe de pluma y papel
y dejarme hasta la piel
desgarrada y malherida.
Tal vez debiera no ser feliz
y hacer del llanto poesía,
si es que mi simple vida
me diera motivo y canto
para expresar el dolor
derramándolo en la lírica.
Mas...¿cómo habré de hallar belleza
si el dolor me da pereza
y a la alegría me aferro
y es la fuente de mis letras?

¿Cómo callar la musa
que a mis dedos se encarama
y de la risa a la cama
salta alegre y se desliza?
Pues no debo tener prisa
por hacer hueco a la pena,
mientras corra por mis venas
la sangre de la sonrisa.
Y no es que monopolice
la virtud de la alegría,
pues bien sé que algunos días
me consume la tristeza.
Sólamente reivindico
mi derecho a hacer poesía
riéndome a boca llena,
porque así me siento plena
y en verso plasmo mi dicha.

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