¡Qué difícil olvidar
cuando el amor ha sido!
Cuando creció
a golpe de latido,
y se hizo fuerte
en la emboscada de los sueños.
¡Qué difícil renunciar
a la caricia
de unos ojos color miel,
tan infinitos!
Cuando el sabor de una mirada
se prendía en mis pulilas
y el hambre del amor alimentaba.
¡Qué difícil decidir
que ya no hay más!
Que te has ido para siempre
disuelto en el humo y ,resignada,
como la flor que quiebra el viento amargo,
tan sólo alguna vez ,
regresas convertido en un lágrima...
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