viernes, 4 de mayo de 2012

Tú...


Tú...
me arrebatas el alma
y me traduces la noche
en forma de sudor y desafío.
Tú...
te proclamas halcón
que me seduce,
brote elástico
asido de mi tronco,
sorbo de agua
que fluye y que me arrastra.
Tú...
eres licor que me adormece.
Vino joven que se sube
y me marea,
tarima blanca
y bruma espesa
en la que pierdo la noción,
el rumbo, el norte...
Tú ...
alumno de la luz,
firme promesa.
Depósito de amor
que se desborda,
acústica tu voz
de tensa cuerda.
Tú...
rayo veloz,
miel pasajera,
luna escondida
que vigila y que se instala
en un rincón absurdo
de mi alma,
cuando la estrella última
me anuncia amanecida...


4-Septiembre-2006 (y van...)

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