jueves, 3 de mayo de 2012

Volviendo al origen


¿Qué diré? ¿Cual mi defensa?
Si mi gran pecado no es amarte...
sino ante tu amor verme indefensa.

Luché con remo frente al brío de galerna.
Contra un leviatán mi puño alzado.
Hormiga en jarras,¡pobre ingenua!
enfrentándose a tu bosque levantado.

¿Qué haré de mí, si me has matado?
Si nada puedo contra el canto de sirenas
que es tu amor ingrato y maniatado
mi pobre corazón fingiera ofensa.

Asumo resignada las cadenas
que impone tu terca voluntad
y ya que la razón me es tan ajena,
acepto la locura,alma en pena,

que admite sumisión y se condena
bajando la bandera del orgullo.
Y,pues hiciste al corazón tan fiero nudo,
recíbeme como regalo que se entrega.

Mi amor frente a tu mundo se doblega
atando mi universo al trono tuyo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario