Juro que este poema no es de amor
La serpiente se aproxima sinuosa
Silvando con sadismo,
hasta que atisba
a su víctima infeliz
y despistada.
Su lengua se cimbrea
con lascivia,
relamiéndose de gusto
más que de hambre
y suavemente se dispone
a saltar sobre su presa confiada.
El suricato inconsciente
salió a pasear sin prisas
y sabiendo que no sería vista
hasta él se acerca la serpiente.
A la sombra ,tan escasa en la sabana,
se dispone a saciarse
de sus ganas.
Y tras un salto certero
y sorprendente,
acaba en su interior
el inocente
que no supo que era hoy
cuando su suerte
cambiaría de feliz
a desgraciada.
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