EL SENTIDO DE LA VIDA




Aún busco el sentido de la vida.
Y antes de que la parca me arrincone
he de encontrar al sabio que me diga
por qué el dolor al hombre se le impone
como un yugo inflexible...¡orden divina!

¿A qué se debe esta condena
que sobre el ser humano tanto pesa?
y nos hace vivir con la promesa
de que al final fugaz será la pena
y no ha de ser la marca del destino.

¿A qué dios se debe el desatino
de darnos una vida condenada
y al tiempo que nos niega su mirada
nos dice que al fondo del camino
nuestra angustia será recompensada.?

¿A qué la risa, el dolor, preocupaciones...?
¿A qué las bodas, el amor, las ilusiones?
¿A qué el trabajo, el dinero, las canciones?
¿A qué los hijos, los esclavos, los señores?

¿A qué la fama, la moda, los autores?
¿A qué los libros, el arte, la virtud, los opresores?
¿A qué las luchas, el sí, el no, las libertades?
¿A qué todo, nada, ganador y perdedores?

¡Oh, sí! Quiero encontrar sentido a esta maraña
de duelo, fantasía, sueño y golpes.
Quiero saber por qué vivimos sin mañana
si somos algo más que monos torpes

coronados con el don de la palabra.