jueves, 3 de mayo de 2012

El mar y el viento celosos

se admiten sugerencias para cambiar el título) eek


La tarde está cayéndose
a pedazos.
Un rubor de malvas y dorados
traen las sombras
y cubren nuestro encuentro
con un manto
de amor, de ambigúedades y de aromas
rubricados por las flores vergonzosas
que al fuego del deseo,candorosas,
se cierran, censurando sus corolas.


El viento imita las caricias
que en mi piel tu vas sembrando
y se asombra
y siente celos de que un hombre
dibuje los gemidos y me roba
lo que nunca pudo conseguir el aire.
Tan fatuo, insustancial, fustrado en formas.

El mar también nos mira receloso.
Acaso vanidoso de humedades,
mas tampoco el acuático indomable
supera las virtudes de mi amante,
ni puede con su furia arrebatarme
el grito que eclosiona y me transforma.

La tarde abraza las praderas
como tú abarcas mi tierra, dominante;
explorándome en la selva del deseo,
profanándome los templos escondidos
y abriéndome un sendero donde antes
no había rutas ni señales
que indicaran el camino.

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