Intrusa

Me llamas intrusa, pero clamas
porque en tu mundo quieto
permanezca.

Irrumpí de golpe y sin permiso,
robándole la luz a las estrellas
y poniéndole a tu noche, cual reclamo,
al diablo y a Dios, ambiguas velas.

Adorné tu jardín de flores nuevas
que a la voz del sol hurtaron rayos
y di la pincelada más certera
brindándole alegría a mustios prados.

Alégrense a la orden de mis pasos
petunias, magnolias y azaleas...
que entró de sopetón la Primavera...
que al borde del Otoño está el Verano...

Soy hada rutilante -así me siento-
que viva está al acorde de unas palmas.

Si alguna vez en mí ya no creyeras
seré sólo un recuerdo que ,sin alma,
miró de lejos tus frágiles fronteras.
Rocé mágicamente tu mirada.

Apenas un suspiro sin retorno.
Pasé como la brisa: lévemente...
Fui música fugaz, tan sólo.

Soy de aire...me has soñado...