sábado, 5 de mayo de 2012

Perversión


Ven.
Acércate.
He venido a ser tu perdición.

No te amo, pero yo...
quiero seducirte.
Llevarte conmigo hasta el amanecer
ávido de placeres.
Dejarte aún sediento de pasiones.
Abandonándote al alba,
destruido de deseo,
babeante de mí.

Mírame a los ojos
y quedarás atrapado sin remedio.

No te amo. No.
Sólo quiero destruir tu orgullo.
Verte suplicando que mis garras
jamás te suelten.

Y después... reirme ...
mostrándote mis dientes
en una mueca de maldad
que te encarcele para siempre
mientras me alejo sin promesas.

Deséame...
Estás acabado.
Soy tu pecado y te condeno
a vagar eternamente
por el laberinto de la pasión insatisfecha.

Soy tu súcubo... nunca fui tu ángel. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario