sábado, 5 de mayo de 2012

Papa comandante


Hace un año homenajeé a mi padre por su cumpleaños y hoy no puedo menos que repetir lo que escribí entonces, variando sólo el número de veranos que cumple. Hoy, sin embargo su salud no es tan de roble como entonces. Pero como espero que sólo sea un pequeño desequilibrio no quiero cambiar el aporte sobre su salud estable. Digamos que es sólo un achaque propio de la edad... Me niego a aceptar que su fortaleza se derrumbe. Me niego a creer que pueda deteriorarse el hombre al que tanto admiro, quiero y respeto. Me niego. Sencillamente.


Ochenta y nueve. Hoy cumple ochenta y nueve Junios el hombre al que más admiro y más respeto me causa. Su salud física es envidiable.Y la mental aún mejor. Posee unos de los cerebros más portentosos que he visto. Aún no he encontrado la palabra o término cuyo significado ignore mi padre. Es una enciclopedia ambulante. Mantiene su agilidad leyendo profusamente y practicando uno de los deportes que más le gustan : el ajedrez. Sigue conduciendo. Se distrae buscando setas y espárragos por el campo o cultivando algún tomatillo en su huerto con más aficción que fortuna.
Papá es un joven de la guerra y su corazón no alberga odio, resentimiento ni inquina. Expiando entre sus cosas conseguí hacerme con su diario de guerra y descubrí no sólo a un militar de vocación.... sino al hombre más valiente, honesto y honrado del mundo.
Como padre, ya sabía yo todo éso. Pero lo descubrí como hombre. Más allá del ámbito familiar. Leía su dolor ante el compañero caído... y descubría a ese hombre sensible que no había tenido la oportunidad de descubrir. Leía sobre los soldados bajo su mando... y encontraba al hombre protector,aguerrido y valiente. Leía sobre los prisioneros... y veía a un hombre respetuoso, de honor. A un hombre bueno que luchaba por sus ideas y que sentía profunda admiración y consideración hacia unos prisioneros que no eran sus enemigos ni ellos lo consideraban así. Encontré fotos de algunos de ellos...
Una particularmente me llamó la atención. Un forzudo francés arrastrando un camión con la única ayuda de sus portentosos brazos. Y una cariñosa dedicatoria a mi padre.
Papá hoy cumple ochenta y nueve años de una vida rica, plena, difícil, íntegra. Su sentido de la decencia y honestidad es extrema... y pese a que la vida de sus hijos en nada se parece a la suya, nos lo ha sabido transmitir.
En la noche de san Juan nació mi padre y le pusieron su nombre. Mi padre... hecho un pincel. Con un aspecto juvenil y envidiable... y por el que cada año cruzo los dedos para que consiga pasar la prueba que le renueva el permiso de conducir. Cuando entra por la puerta con su sonrisilla pícara debajo de su fino bigotillo a lo Elroy Flin.. buffffffffff respiro aliviada... y digo... le acaban de dar un año más de vida a papi.
Admiro, quiero y respeto a mi padre ... mucho más desde mi propia madurez. Y le agradezco que haya sabido transmitirme unos valores eternos. Cómo yo haya aprovechado su legado.... ya es otra historia.
Felicidades, papá. ¿vamos a por los 100?

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