jueves, 3 de mayo de 2012

Regreso a mí

No quiero extrañarte.
Ni sentir que este dolor
es parte de la paz
que quiero enarbolar como estandarte,
aunque es prisión la pena mía.

Quiero mirar hacia adelante
dejando la ilusión
tan densa y fría
que no dé marcha atrás
desafiante.

Me miro en el espejo:
soy la de antes.
Anclada en la quietud y la rutina.
Y mi semblante me muestra una mujer
envuelta en bruma.

Es mi seguridad
mi vida resignada
y ver pasar los días y las noches
sin más valor que el laxo ahora,
donde nunca pasa nada.

Hoy vuelvo a mí.
A mis sueños grises.
A ser yo, después de todo.
Una falacia hueca, sin sentido.
Una muñeca rota, torpe... vana.

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