jueves, 3 de mayo de 2012

Sombras en la cueva

Sólo arenas estremecidas y cenizas...
Así nos maltrata el tiempo.
Así se desploman las ilusiones,
como pétalos ajados
a merced de la memoria.
Ceniciento el recuerdo.
Ceniciento el acaso.

Tal vez hayamos vivido,
o tal vez sea un sueño macabro
que a golpe de creerlo
nos haya hecho más humanos,
más real la fantasía
de no ser más que el pensamiento
en la mente iluminada de otro alguien.

Quizá somos imágenes perdidas.
Quizá sólo seamos el reflejo
en la cueva de algún soñador
que ve las sombras.

Y sean nuestros cuerpos humo y nada.
Traumáticas figuras en la roca
que nunca ven la luz...
pero imaginan ser verdad,
aferradas a oníricos amagos de existencia...

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