Te encontraré en los rescoldos
de la vida
acurrucado en el rincón de tu piel
más lacerada y herida ,
en la esquina de los asombros
y las virtudes imaginarias,
en los besos encendidos
y ampliamente regalados.
Te encontraré en la paz
de las horas mudas,
paseando pasillos de silencios obligados.
Te encontraré en mitad de mis dedos,
encrucijadas de palabras y sentidos.
Rebuscando en la cocina de un infierno
de dolores que te salvan y castigan...
Te encontraré recostándote en los sueños,
escondiéndote de absurdos y miradas.
Amaneciendo en los resquicios del olvido,
a lomos de un caballo desbocado.
Te encontraré y tú te harás el sorprendido,
riéndote sin miedo a ser hallado.
Porque yo te habré buscado con delirio...
pero tú a mí también me has encontrado.
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