sábado, 5 de mayo de 2012

Veleros


Nos lleva al mar caliente del deseo
este barco que forman nuestros cuerpos enredados.
Navíos de sudor tan enlazados
que confunden en sus velas-nuestros brazos-
los vientos del placer presos de furia.

Las olas que se encrespan en la cama
enredan sábanas de gritos militantes.
Confundidos como cantos de sirena
cuando al fin tras la tormenta encuentran calma.

Y vienen a la orilla -sosegadas-
las algas coronadas por la espuma,
guardando todo el mar en caracolas
como el eco de dos voces que se amaban.

Y el barco vuelve a navegar sin rumbo,
cuando al fin su mástil dividido
retorna al puerto de los sueños...

De nuevo dos veleros que se alejan...
hasta mañana que aúnen sus banderas
y regresen a ser uno en la tormenta...


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