jueves, 3 de mayo de 2012

Y yo con la depre

Hoy me toca otra vez la depre. De nuevo mi vida me parece un asco. Sin nada que me haga ilusión. Dejándome abatir por el aburrimiento. Hoy,otra vez, mi vida no me gusta. La cambiaría por la soledad. Supongo que para muchos la soledad es una maldición, una condena. Yo,en cambio, la necesito ,al menos en días como hoy en los que ni me gusto yo ni me gusta mi vida ni nada de cuanto me rodea.
A muchos les parecerá injusto (y puede que tengan razón). Pero como ya dije en otra ocasión, estas depresiones cíclicas no me preocupan, porque sé que son pasajeras.
Sin embargo a mí me gusta disfrutarlas en todo su esplendor y vivirlas a tope, sintiéndome desdichada y dándome mucha penita de mí misma. Es mi derecho.
No me consuela que otros tengan peor suerte que yo y aseguren que no tengo motivos para quejarme. Esta depresión es mía y la saboreo a tope, ea. Además... ¿qué sabe nadie de mis motivos?
Mañana, pasado o el otro, probablemente yo misma me reproche mi astenia y comprenda que mi vida es genial y maravillosa.
Pero digo yo que, cuando se me repite con esta periocidad, algún motivo de fondo debe haber.
Será que se acerca mi cumpleaños (¿que se acerca? ¡¡que se me echa encima!! el 25 cumplo %@* tacos... biggrin) y esta condena lastrosa e inevitable está latente en mi cocorota y la realidad se impone como una dudosa medalla en la que no quiero pensar pero que, de algún modo, pugna por salir, recordándome que la juventud no es eterna y que he malgastado los años sin hacer nada realmente productivo, nada que me haga sentirme orgullosa, nada que me haya hecho LIBRE.
Soy una buena para nada y no sentir la libertad es mi peor cadena. Actuar siempre conforme los demás esperan de mí, es una de las razones de mi depre.
Sólo cuando acabo aceptando con resignación esa realidadimperiosa, es cuando empiezo a salir de la oscuridad. Me convenzo de que nada va a cambiar, de que nada tiene ya remedio.Me acomodo, me adapto... y otra vez a autoimponerme la convicción de que nada es para tanto. De que mi vida es realmente feliz, de que soy tremendamente afortunada y me quejo de vicio.
Y así resisto... hasta la próxima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario