Volveremos a cubrirnos
el vientre de corales.
Latirá en nosotros
otra vez la Primavera.
Bordará la piel de la quimera
de nuevo el mundo en nuestras manos.
Seremos lo que fuimos
-mejorados-
con el sabor a miel
de quien espera
la vida que resurge y nos enreda
con dedos infantiles,retozando.
Se abrirán las amapolas
con holgura,
tiñendo con su sangre nuestros prados
que al paso del amor
se nos desnudan.
Huirá de nuestro lado
la amargura
y vestirá de azul
lo humbrío y apagado
porque no habrá más llanto
que en usura
reclame ya su diezmo del pasado.
Será todo feliz
y en la alegría
veremos confirmados nuestros sueños.
y aún en el resquicio más pequeño
cabrá la bendición de cada día.
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