jueves, 3 de mayo de 2012

¿Estabas?

Cuando ayer la noche
sonreía,
cuando el velo de la luna
fue rasgado,
cuando el llanto se tornaba
en alegría...
¿estabas?

Cuando a puro grito
y tan callando
la sombra del amor
nos envolvía.
Cuando el roce tibio
de tus manos
creí sentir
al tiempo que unos besos
me cubrían...
¿estabas?

¿O fue sólo el espectro
de tu cuerpo?
¿la estela que dejaron
tus caricias?

¿Estabas?
¿O fue la ilusión
de poseerte
como una nube blanca,
sin heridas,
aquella que me hizo
refugiarme
en una pasión loca,
sin medida?

¿Estabas?
¿Eras tú como un cristal,
que no quise romper
y me rompía?
¿Como el pincel
que dulcemente
dibujaba
la forma más sutil
y enardecida
de la pasión forjada
en cada trazo?

Estabas.
No podría ser de otra manera.
Jamás pudo ilusión
ni fantasía
teJer tanta emoción
vibrando a ciegas.
Nunca el amor se reveló
tan verdadero
ni fueron tan verdad
unas caricias.

Estabas.
Y me hice hermana
de la espuma,
y en las manos del mar
yo me entregaba,
convirtiéndome en la sal
y en aguas bravas
al ritmo que marcabas
con tus olas.

Estabas.
Para hacerme realidad
entre las algas
de tus dedos.
Creando y destruyendo
cada mundo,
en el instante preciso
que la luna
-a mí me pareció-
se sonreía...

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