viernes, 4 de mayo de 2012

Himno a la utopía


Entonaré un himno de azules esplendores.
Retozaré feliz mirando el lado bueno de la vida.
Encontraré el motivo que nos une
y el sol retornará a nuestra mirada.

Las glorias del amor y sus hazañas
serán cantadas sin rubor en nuestras plazas,
vendrán alegres los frentes torrenciales
y traerán los ignorados sus perfiles más amables.

A tí te cantaré como la alondra,
ofreciéndote a la sombra de araucarias
la risa más feliz y mis amores
que asoman como luz y me amanecen.

Será nuestra eclosión de flores y arcoiris,
como un apocalipsis incruento,
renaciendo primaveras de colores,
despertando a los niños que fuimos y seremos.

Hablar de amor se vuelve obligatorio,
prohibidas quedarán las amarguras.
El llanto dormirá su sueño eterno...
No habrá más soledad que la buscada
y la pena huirá al exilio sin regreso.

Trepemos de la mano a la utopía.
Alcemos a los sueños nuestros brazos.
Que yo ya me he mudado a la alegría
y aún queda espacio libre en este barrio.

Destierra la cordura.
Atrévete a vivir un mundo loco
donde impera la absurda fantasía
de que aquello que soñamos algún día
vendrá a salvarnos del presente y de nosotros.


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