Puntuación: 
Y tú
y yo...
Dos mundos perdiéndose
en el valle blanco de unas sábanas.
Transmutando el placer en poema.
El deseo en música de esferas.
Planeando como aves,
con las alas más libres y ligeras.
Y tú.
Y yo...
Palomas y águilas gozando su ceguera.
Enemigos amables ocupando el espacio,
batiendo palmas para que nazcan estrellas.
Y tú... un dios calmado.
Y yo... pidiendo guerra.
Agregado en: General
Vanagloria
Puntuación: 
¿Y ahora qué hago yo cuando me roces?
Cuando el tacto de tus dedos malhechores
me asalte bucanero por la espalda
y quiera despojarme la armadura.
Qué haré si me he jurado que las dudas
que me creas son un muro
donde chocan tu verdad y mi entusiasmo.
Si el aliento no me llega hasta la boca
cuando siento que a pesar de todo sigo amando
tus manos envejecidas de deseo.
Hay una especie de renuncia
a ti y a tu lejanía.
A tus imperios petulantes
que construyes con huídas
y con caricias distantes.
¿Qué hago cuando no asumes
que en el amor hay dos partes?
Que no estoy hecha del hielo
donde tú hallas vanagloria
y en el que encuentras tu cielo
de fría y necia victoria.
¿Qué haré con mi estúpida idea
de que pase lo que pase
yo estaré siempre dispuesta
a darte lo que me pidas...
a entregarme sin medida
y amarte, amarte...
Cuando el tacto de tus dedos malhechores
me asalte bucanero por la espalda
y quiera despojarme la armadura.
Qué haré si me he jurado que las dudas
que me creas son un muro
donde chocan tu verdad y mi entusiasmo.
Si el aliento no me llega hasta la boca
cuando siento que a pesar de todo sigo amando
tus manos envejecidas de deseo.
Hay una especie de renuncia
a ti y a tu lejanía.
A tus imperios petulantes
que construyes con huídas
y con caricias distantes.
¿Qué hago cuando no asumes
que en el amor hay dos partes?
Que no estoy hecha del hielo
donde tú hallas vanagloria
y en el que encuentras tu cielo
de fría y necia victoria.
¿Qué haré con mi estúpida idea
de que pase lo que pase
yo estaré siempre dispuesta
a darte lo que me pidas...
a entregarme sin medida
y amarte, amarte...
Amarte.
Agregado en: General
Pienso en ti
Puntuación:
Pienso en ti como en un atardecer
de sombras alargadas.
Con la sonrisa franca
que comienza a florecer
desde la luz difusa del alma.
Pienso en ti como en la lluvia
que se filtra por mis grietas
más amargas,
y trepan por las aristas hirientes
que se disuelven al alba...
Pienso en tí como en la noche
más solidaria
que se acopla a mis silencios,
-porque no te digo nada-
mientras persigo tu risa
y le hago un hueco en mi almohada...
de sombras alargadas.
Con la sonrisa franca
que comienza a florecer
desde la luz difusa del alma.
Pienso en ti como en la lluvia
que se filtra por mis grietas
más amargas,
y trepan por las aristas hirientes
que se disuelven al alba...
Pienso en tí como en la noche
más solidaria
que se acopla a mis silencios,
-porque no te digo nada-
mientras persigo tu risa
y le hago un hueco en mi almohada...
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LINEA CURVA
Puntuación:
Trázame la línea curva
que me lleve hasta tus labios.
Que nunca fue la senda recta
el camino más corto
ni la clave perfecta
para atajar los espacios
de un beso a otro beso;
de dos mundos por un mundo separados.
Trázame la distancia arqueada
que atraviesa imaginaria
el centro geográfico de los sueños.
Y que los pies de mi deseo
retornen mil veces al punto de partida.
Ayúdame a cruzar el puente
que apacigua y hermana
tu vereda fría y mi cálida playa.
Alborótame el alma
con el rayado infantil
sobre el lienzo blanco de las esperanzas.
Desvísteme con tus dedos de arcoiris,
con la cuerda arqueada de tu boca,
con la flecha melosa
que lanza tu mirada.
Hazme garabatos en el pecho.
Que ya mi corazón bombea
al son de tambores rojos y amarillos
y el negro de la noche se une al estallido
de acordes pintados en mi mapa.
Trázame la línea curva infinita
que une dos puntos de la esfera.
Allá donde murmura la quimera
que hay un amor que el tiempo recupera
en un lugar insólito del sueño.
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Tenerte...
Puntuación:
Pero tenerte...
aunque el tiempo del amor
se difumine.
Aunque quede mucha hiel
y pocas rosas.
Aunque sepa amarga mi derrota
y mi piel esté ya rota
por caricias sin pinceles.
aunque el tiempo del amor
se difumine.
Aunque quede mucha hiel
y pocas rosas.
Aunque sepa amarga mi derrota
y mi piel esté ya rota
por caricias sin pinceles.
Pero tenerte, tenerte...
como el sueño que fuiste.
Como el canto del cisne
que se estrena a deshora.
Tenerte...
mudándote a mis pupilas...
para ahora... para siempre...
Agregado en: General
La luna celosa
Puntuación: 
Hasta encender los cuerpos
brilló la luna
-asomada al balcón-,
muerta de celos.
Hasta embriagar la noche
bebiendo besos...
Y en un rincón
nos observaba
lanzando versos
de puro amor.
Por conquistarte,
-llena rabia-,
su luz brilló
con más audacia
cuando observó
que -dulcemente-
me despojabas
del camisón.
Lanzó sus rayos
queriendo herirme...
brilló la luna
-asomada al balcón-,
muerta de celos.
Hasta embriagar la noche
bebiendo besos...
Y en un rincón
nos observaba
lanzando versos
de puro amor.
Por conquistarte,
-llena rabia-,
su luz brilló
con más audacia
cuando observó
que -dulcemente-
me despojabas
del camisón.
Lanzó sus rayos
queriendo herirme...
No consiguió
más que expiarte
y en la ventana
la sorprendió
triste, -apagada-,
la luz del Sol...
Agregado en: General
¿A dónde van los sueños?
Puntuación:
Y qué sé yo a dónde van los sueños
en el preciso instante en que despierto...
Y qué sé yo si alguna vez quedaron
impresos en el aire
como una carta de amor
sellada con suspiros.
Retornaré al camino en el momento
que estuvieron prendidos
en la almohada
y con polvo mágico se hicieron,
tejidos con el hilo de las hadas.
Escritos por su mano prodigiosa
perduran en silencio transformados
y en un pais de ensueño
son cautivos
del duende tan ladrón
que así los rapta.
En otra dimensión serán la vida.
Real paralelismo que desata
la ilusión de haberlos compartido
en el preciso instante
en que me amabas...
Agregado en: General
Regrésame...
Puntuación: 
Retórname a tus sueños,
bienamado.
Que cubra la noche
-manto alado-
tus ojos de recuerdos
inspirados
y te otorgue la virtud
para soñarme.
Mi sombra permanece
-todavía-
alerta y asomándose
a tu alma.
Recorre tus rincones
sin mudanza
y espera la ocasión
más oportuna.
Regrésame a tus sueños,
vida mía.
Que enseguida volverán
esas miradas
envueltas en silencios
que decían
sin voz -pero elocuentes-
cuánto aman.
Apúrate, que ya llega mi risa
a inundarte de ilusión
cada mañana.
Desterrándome feliz
de esta cadena
que se alza como un muro
y se hace nada.
Mis manos podarán
toda la hiedra
crecida en el jardín
de la esperanza.
Muy pronto brotarán
las azucenas
y echará raíces la alegría.
No habrá más llanto
ni dolor en esta espera.
Sanada quedará
la vieja herida...
Retórname a tus sueños
- leva anclas-,
que yo desataré
la vil mordaza
que se ha llevado lejos
tu palabra
y volveré a velarte, amor,
allá donde hizo nido
el alma de mi sombra
enamorada.
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