Puntuación: 
Trazó la pluma un poema
de tus ojos escribientes
y fui tinta relatando tus amores,
de miedo y duda engalanada.
Por tí he sido camino
y sendero dependiente.
Atenta a tus pisadas,
tránsito de duendes.
Del hielo hice calor
y de la lluvia, fogata
revestida del aroma
que emana en la ternura.
Por ti plegué las velas
de mi barco aventurero.
y he rendido pleitesía
a un dios múltiple en tus dedos.
He buscado la armonía
en la música callada
recitando los besos
de tus labios cantores
y me he llenado de soles
que hasta en la noche brillaban.
Aprendí la melodía
del silencio elaborado
con la voz de tus ruínas
y hoy estreno con prudencia
mi canción de viento enamorado.
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En este instante justo...
Puntuación:
Trozos,trazos.
Espacios de mi piel
que has recorrido
como hormiga hacendosa,
con pulcritud extrema.
Con milimétrica armonía
compones sobre mí
una música tatuada
a fuego de caricias
en mi espalda.
No me atrevo a gritar
cuánto te amo
por miedo a interrumpir
el canto amado
que está sonando ahora
-en este tramo-
en el preciso instante
que interpretas
tu nota más sutil...
...y me penetras.
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Por ser y estar
Puntuación:
Por tu forma de amar
-recuperada-
Por tu fuerza y tu hombría
-tan valiente-
Por ser como el junco
que en pié se queda
-resistente-
Por ser más flor que espada
-indulgente-.
Por mirarme y por mirar
-siempre de frente-
Por saberme comprender
-sin dar la espalda-
Por tu apoyo de adalid
y confidente.
Por ser hombre de una vez
-mi abanderado-
Por quererme y por querer
ser a mi lado
el amor que echó raiz
y nos abraza.
Por saberme hacer reir
y dar templanza.
Por emigrar hacia el Edén
dejando atrás la tierra árida.
Por sembrar la plenitud
en mi jardín
y regar de juventud
nuestra esperanza.
Por tanta luz como me das,
te amo, amor.
Te amo y basta.
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DESABROCHAME
Puntuación:
Desabróchame...
la piel.
la piel.
Desnúdame...
el alma.
Acuéstate...
en mis sueños.
Que tu lengua me recorra...
con palabras que entienda.
Que tus manos me dibujen...
un boceto de tí.
Que mi cuerpo vibre...
con la música de tu voz
cuando me nombra.
Que mis gritos...
no se pierdan
en la multitud de gritos
que te llaman.
Que mis noches...
brillen tanto
como tus días.
Que el sabor de tu amor
se quede preso en mis labios.
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ARRIBANDO
Puntuación:
Yo he conjugado verbos emigrantes:
-marchar, perder, llorar...-
y he regresado al puerto de adjetivos:
-perdida, triste, desolada...-
pero embarqué en el buque verde, decidida
y abastecí bodegas con buen vino:
-volver, ganar, reir, hallar...-
y nombres yo me puse por bandera:
-amor, entrega, paz...-
Me hice a la mar con tiempo de esperanza
y arribaré a otros puertos que me esperan
agitando pañuelos de alegría.
Yo he visto olas gigantescas
lamiendo el puente de mi barco
para hacerme prisionera del olvido...
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ALITERACIÓN DE SABORES
Puntuación:
Sabes a beso y vino.
A la luz del mediodía.
Sabes a trigo limpio -y se diría-
que encierras mil sabores genuínos.
Sabes a flor de otoño.
A helado abrazo de invierno.
A la dulce melodía
de acordes puros y eternos.
Sabes a mantequilla.
A café, a días buenos.
Al espacio de una silla,
justo al lado de mis sueños.
Sabes -a mí me sabes-
a precio alto y a premio.
Como saben las caricias
que regresan a su dueño.
Sabes a mar y a orilla.
Al amor en la montaña.
A suave tela de araña,
a cerveza y manzanilla.
Sabes sabores nuevos.
Uno mejor cada día.
Sin duda sabes a trébol,
a buena suerte...
¡Y a alquimia!
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MANOS SABIAS
Puntuación:
Suave...
Con la dulzura de amante experto.
Con la forma precisa
de quien sabe el camino
mil veces explorado.
Amo las manos que saben amar
con dedos-pinceles, de suave trazo.
Cincel amado y exquisito
que da sin exigir, midiendo la ternura.
Suave...
Como sólo puede amar quien ama.
Sin la urgencia del torpe.
Sin errores.
Sin olvidos.
Suaves tus manos-girasoles
que buscan el sol en mi mirada.
Y cruzan puentes de espaldas arqueadas
y liban miel del cuerpo bien amado.
Suave...
Sin prisa...
Tus sabias manos...
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MIS SENDEROS
Puntuación:
Desciendes,
muda la agonía,
hasta la playa serena
de mi vientre pleno.
Encuentras
los oasis de mi piel
como único y genial
aventurero.
muda la agonía,
hasta la playa serena
de mi vientre pleno.
Encuentras
los oasis de mi piel
como único y genial
aventurero.
Conquistas
cada una de mis plazas,
-hábil seductor
de encantos nuevos-.
Adolece la música callada
que envuelve cada punto
del encuentro
y renace la magia
en las palabras
que llueven sobre mí,
regando versos.
El rival abre caminos
al que ahora se proclama
compañero.
y te elevas a la cima de mis ganas
volviendo a conquistar
cada sendero...
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