Puntuación: 
Tic-tac
Tic-tac
El tiempo se desploma como losa.
Las horas son lagrimas de paso
y caen en gotas los minutos
como una lluvia fertil que me moja.
Mis ojos son cortinas entornadas.
El sueño me seduce y se resiste.
El cuerpo en el calor se me desviste
y el tiempo en el reloj se me deshoja.
Segundo tras segundo... gota a gota.
De insomnio mi espiritu se agota
como una maldicion que en esta noche
-al tiempo que de sueño me despoja-
insolita creacion me otorga con derroche.
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El hombre desnudo y la luna
Puntuación:
Tras el velo sutil de la cortina,
mordiendo el cristal, casi sin dientes,
se cuela audaz por la ventana
la luna con su luz impertinente.
No se frena -curiosa- y te ilumina
para besar con osadía el rizo de tu frente
y descubre así tu desnudez perfecta
mientras -ajeno a su caricia- tú duermes, ausente.
Concreto y definido, observo tu perfil amado,
mientras celosa del roce de la luna
-herida por sus dedos plateados-
mi alma de deseo reverdece
y el cortejo infiel contemplo muda.
No acierto a recordar nada más bello
que tu piel bañada en la luz quieta y difusa
que hace de tu cuerpo altar sagrado
en un ritual de amor inesperado
al que asisto sintiéndome una intrusa.
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Video-clip de mi hija Irantzu.
Puntuación:
Mi hija Irantzu y un chico tailand´es en un video algo cutre (eso dice la nena). Quedaros hasta los creditos... que no tiene desperdicio. (la pantalla se pone negra al final... pero regresa con el quid de la cuestion)
¡¡Ah!! y cuidado a la salida... no os vall´ais a resbalar con la baba de Hulna-mami.
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La flor que fuimos
Puntuación:
Por amarte me condeno.
Por no asumir la tarde
en tus pestañas.
A veces sueño que soy joven
y mis manos campanillas felices
que aún pueden despertarte.
Mi lengua es una mariposa
que ensaya tu perfil
y liba febril este deseo
-más mío que tuyo-
y juega al escondite con los años.
No es eterno el amor -dijiste-
y sin embargo...
aún ando complicándole la vida
al niño alado que ya quiere dormirse
al ocaso de los días.
Hay algo de paz en tu mirada,
un bucle relajado que no acepto.
No quiero más dolor invertebrado
ni beber la calma chicha en los afectos.
Que yo no sé vivir sin la pasión arrendataria
en este edificio de mis huesos.
Ni quiero un corazón cansado y aburrido.
Aún puedo parir caricias púberes
enredando la melena al amor salvaje y atrevido.
Y preñarme de tus dedos andariegos
que saben desnudarme de suspiros.
Mi piel quiere estremecerse todavía
y no se rinde a la ausencia abúlica de besos.
No envejezcas, amor.
No te duermas rendido a la sentencia
del tiempo y su medida.
Y deja que la hierba resplandezca
como la flor que fuímos algún día.
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Así es
Puntuación:
Mi poesía es ésta.
A medio camino entre la rima
y la nada.
Sin reglas.
No quiero ataduras.
¡Bastantes cadenas arrastra la vida!
No me habléis de influencias.
Jamás leí un verso que no fuera obligado.
Y -reconozco- que alguno quizá fuera amado...
pero no aprendido.
Ni los míos desean ser fijos
en esta memoria mía
que habita una ciega loca
y despistada.
Perdonad la verdad...
mas no me importa
el ritmo preconcebido,
sujeto a consonancias,
asonancias y estrofas.
Nunca me confesé poeta
ni me fingí adalid de la palabra.
No me retorcí en la letra
ni busqué más que expresar
los pellizcos del alma.
Sólo la música-quizás-
me mantiene enamorada.
Por eso bailo en los versos
la danza libre y preñada
de sentimientos desnudos.
Sin normas... ni Carta Magna.
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Por él
Puntuación: 
Yo también he visto
nublarse el sol
en mi frontera.
Y me envolvió la sombra
-traicionera-
cuando buscaba una razón
para quererte.
Yo también he visto
sucumbir la luz
a las tinieblas.
Y miré de frente
al dolor épico
en tus ojos
-y he llorado-.
Yo también he muerto
en tus silencios.
He visto mi alma rota
arrastrarse, pidiendo agua
en el infierno
y he recogido mis pedazos
esparcidos
en toda la amplitud
de aquella herida.
Pero tomé las armas que poseo
-tan sólo un corazón caliente-
y he vertido ácido en la llaga
para brotar de nuevo
-más ardiente-
levantándome del cieno
y tus "adioses".
Volví a mirar de frente
a este amor tan mío
-que es el tuyo-
para gritarte fuerte
que he de ser tu bálsamo
y condena.
Que no puedes romper esta cadena
ni esta pasión ciega
-tan valiente-
Pero es dulce el lazo que te ofrezco
-no me temas-.
Unté de miel y amor
palabra y besos
y anudé el cauce de las lágrimas
para no arrastrarte en su corriente.
Mis manos laboriosas ya trabajan
para hacer de mí el jardín perfecto,
-cómplice de juegos y de huídas-.
Yo -como tú-
también quiero perderme
alguna vez...
sin olvidar que hay un camino
de regreso.
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Poder de tres
Puntuación:
En otro tiempo
nos quemaron
mas nuestras almas
huyeron
y no hubo juicio
ni fuego
que nos pusieran cadenas.
Por una injusta condena
formulamos sortilegio:
que a regresar de las sombras
tendrìamos privilegio.
Y un espìritu benèfico
conjurò los Elementos,
nos retornò a nuestros cuerpos
y volvimos de las llamas.
Tres brujas, tres,
unidas con lazo eterno
a travès de espacio y tiempo
desafiando al averno.
Akelarre en el silencio,
magia mística en el fuego
que consumió nuestra carne
para devolverla luego.
¡¡Poder de tres!!
¿Quién lo duda?
Somos brujas -mosqueteras-
¡¡en un círculo perfecto!!
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El mundo por montera
Puntuación:
Sentadas.
Apenas con lo puesto
y con la vida.
Sonriendo como dos adolescentes
que recién estrenan alas
y se convierten en hadas
mirando el tiempo sin prisas.
Sentadas a esperar
por los regresos.
Y a todo lo que venga
como un beso
también le otorgaremos
bienvenida.
Sentadas.
En un banco cualquiera,
porque es un rincón
privilegiado
aquel que, aun al azar,
es elegido.
Ven, mundo feliz,
estoy dispuesta.
No me asusta el reloj
que por respuesta
nos muestra horas futuras
-tan fugaces-.
Aquí puedo esperar
la vida entera,
segura de los trenes
sin retraso.
Que el viaje puede ser
pasito a paso...
y aún queda muy lejana
la frontera.
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