El amor viene rodado.
Es como el carro sin frenos al mando de un potro
que se siente libre y se desboca.
A su aire.
No se mide.
No pide ni se pide.
No pregunta ni se enfoca con un objetivo predeterminado.
Viene.
Llega... y a veces se va.
Se siente adentro y alrededor.
Rebosa sin control el perimetro del ente que somos.
Arriesga.
...y cuando pierde sigue apostando.
Es valiente el amor.
Es caprichoso y le gusta remar contracorriente.
Es un niño que juega a ser mayor.
Es un adulto que solo sobrevive si es niño eternamente.
El amor a veces duele.
Pero el amor no hiere.
No exige una medida, ni controla.
Es caballero y no habla.
Es dulce y no amenaza.
El amor acaricia.
No golpea.
Si lo encuentras... dejalo libre.
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LA VENUS DEL ESPEJO
Puntuación: 
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Quiero descubrirme
en el lado invertido de las cosas.
En el mundo del revés
que ha detenido
el tiempo que no pudo marchitar la rosa.
Y hay un rostro de niña que me mira
con labios arqueados y sonríe...
tal vez en su ironía me percibe
de la antigua rival sólo la sombra.
Me asomo en el cristal para encontrarme
el cuerpo que ayer fui y hoy es recuerdo.
Pero ella con su hiriente lozanía
presume y procaz se regodea.
Ahí están los sueños enjaulados
en un frío reflejo en mi memoria.
Relojes impasibles que al usarlos
aquella piel de diosa se llevaron.
Porque es la juventud -¡divina cosa!-
tremenda enferdad que el tiempo cura.
Mas hay en la añoranza tal locura
que aún sueña reencontrarla en el espejo.
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El arco de Eros
Puntuación:
Te veo,amado,
como un collar de besos
en mi cuello engarzado,
como la montaña coronada
de sol en el ocaso,
como el universo azul
que se crea cada día
en la galaxia de mi vientre.
Te veo como un príncipe valiente
que enarbola su espada
y me sombrea.
Como vástago de luz
que desciende a mis esferas.
Te veo,amor,
como al amor que a tientas
mide el arco de mi espalda
y acompaña mis temblores
con la caricia precisa
y flechas en la mirada.
Te veo tensar la cuerda
y dispararme en el alma
deshaciéndome en suspiros,
que el aliento me arrebatan.
Te veo,amor,como un niño
que con ansia de hombre me ama.
Que de besos me hace un vestido
y con deseo me calza.
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PUZZLE
Puntuación:
Te dibujas a medias,
como el perfil del hombre que fuiste.
Aún no sé si eres mi gran desconocido
o vives reposado en el ayer,
subsistiendo de las rentas
del pasado atardecido.
Aún no sé si estás en tu sonrisa
y sigues mirándome dulce
desde tus ojos de miel,
de primavera despreocupada,
de juventud limpia y florecida.
O te mudaste al otoño cansado,
a las hojas amarillas
del árbol resignado,
de raíces incrustadas
en la tierra sometida.
Aún no sé si habitas en "mi ahora"
o te quedaste colgando en el recuerdo,
sembrándote en los sueños paralelos
de un verano infinito,
en la cuarta dimensión
de eternos regresos.
Ni siquiera sé a qué mundo pertenezco
desde el prisma en que me miras.
Si voy tocando tus nubes nostálgicas
con miedo, de puntillas...
o estoy de alguna forma
en el puzzle imposible de tu vida.
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ENTRE MIL HOMBRES
Puntuación: 
Entre una multitud...
yo te distingo.
No hay extensión tan grande
que te cubra.
Y aun en oleajes de cuerpos
yo te viera
por ser en las tinieblas
como vela
que irradia su calor
y me ilumina.
No existe la marea
que te arrastre,
ni hay una tormenta
tan perfecta
que al árbol que me cubre
desarraigue.
Hombre entre mil hombres
-por más que sean cientos
las heridas-.
Columna y pedestal,
cúpula y base
que abarca cuanto soy
y me sostiene.
Distinto.
Como es distinto el sol
de cada día.
Magnífico ejemplar
de firme talle
que cierra mis fronteras
y me abre
la grieta del amor,
de muerte y vida.
Y digo que así vivo
-convencida-
amando y cometiendo mil errores.
Mas sé que soy de luz
cuando me mira
y dejo de existir
-vacía y torpe-
si acaso no lo siento,
-único y genial...-
varón de roble.
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TAL VEZ UN DÍA...
Puntuación:
Quizá el día de mañana alguien me recuerde
como la alondra loca que escribía
y que al dejar su alma desnuda se vestía
de flores que en sus versos deshojaba.
Quizá mañana sea el día
en que tenga la voz muerta y quebrada
mas queden como herencia las palabras
bordando la pasión que me rompía.
Será un día de mañana
-tal vez nunca-
que alguien se pregunte cómo amaba
la hembra de sílaba atrapada
en hebra que de araña se vio presa.
¿Quién es ésta que juega y que se expresa?
¿Que hila sin fortuna, ni ley graba?
¿Quién es, que sin normas y sin pautas
pretende ser pluma del amor, tan desgarrada?
Apuesto la métrica y la rima
del poema más perfecto que ser pueda,
a que nadie rasgará sus vestiduras
si elijo ser tan sólo la pintura
de un corazón que grita... y muerto queda.
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LA SIESTA de Van Gogh
Puntuación:
Es tu trabajo y el mío
lo que nos une y refuerza.
Y tanto así nos compensa
como el amor que sentimos.
Cansados.
Con placer por lo bien hecho,
teniendo el cielo por techo
y como lecho la tierra,
nos entregamos al sueño
-merecida recompensa-.
Sobre tí -tu pecho como almohada-
yo sé bien que no habrá nada
que perturbe este momento
de latidos que al compás
comulgan y se disfrutan
sin más testigo que el tiempo.
Tu paz se vuelve mi aliento
y en tu silencio respiro.
Segura tras el esfuerzo,
feliz porque estás conmigo.
Y en este instante tan nuestro...
-en el campo de su pecho-
a mi hombre me he rendido
y más mujer me confieso.
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Ofelia muerta
Puntuación:
Sólo ante ti
me ofrezco libre y pura.
Ante ti sólo
me muestro plena,
limpia de ataduras.
Te entrego lo que soy,amor
-vencida-
como al dios que me otorga
y me arrebata.
Mis manos ya no arrastran las cadenas
que me hacen frágil
y en todo limitada.
Mi aliento es tuyo,
como es tuyo mi cuerpo
y hasta el alma.
Aquí me tienes,entregada.
Porque mis sueños son tus sueños.
Porque sin ti ya no soy nada.
A más prueba de amor
te juro no me alcanza,
ni sé escribir mejor
cómo te quiero.
Te doy mis flores,
mis noches sin sonrisas,
el tiempo eterno
sin horas y sin bridas.
Ya siempre tuya.
Mi muerte... Mi vida...
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