jueves, 3 de mayo de 2012

...Sin tú voz...


Nada pretendía...
o tal vez sí.
El caso es que tu voz
es necesaria.
El caso es que secuestra mi garganta
el silencio de las noches sin promesas.
Cuando tu voz enmudece,
la serpierte del olvido
me recorre con lascivia.
Se recrea en los recodos de mi alma
y atesora el dolor
de no tenerte.
Cuando tu voz no me cuenta
hacia dónde van los versos,
la rabia se acumula
bajo la alfombra del deseo
y más me desespero
y más te busco, amor,
y más te quiero....

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