jueves, 3 de mayo de 2012

Ya lo pensaré mañana


Ya lo pensaré mañana.
Que hoy no quiero a tus reproches enfrentarme.

Entiendo y asumo tu amargura
como un intento lícito de odiarme.

No esperes que me pare ante tus cuitas
como un reo condenado a muerte.
Pues no hay resignación ni rebeldía
aunque tampoco me deja indiferente.

Pero no lucharé ni haré disputa.
Lo nuestro tuvo un tiempo y la campana
sonó anunciando el fin de este combate.

No pienso detenerme a analizarlo,
no quiero convertir en un debate
la siega del amor y su guadaña.

Recojo cual soldado mi petate...
y ya lo pensaré... pero mañana.


No hay comentarios:

Publicar un comentario